miércoles, 23 de diciembre de 2009

NICARAGUA: A 37 AÑOS DEL TERREMOTO DEL 72


Hace 37 años; 23 de diciembre de 1972 a eso de las 00:35 de la madrugada, un terremoto de 6.2 en la escala Richter destruyó Managua, Nicaragua. Yo estaba muy pequeño, pero guardo en la memoria una serie de hechos que solo pueden presentarse en circunstancias especiales como esa.

En tan solo unos pocos segundos; la población se convirtió en muertos, heridos y vivos terremoteados. Esa noche, viernes 22 de diciembre para amanecer 23 hacía frío, todas las discotecas y centros nocturnos estaban repletos de celebradores por la víspera de navidad; la mayoría murieron aplastados bajos las grandes columnas y paredes de concreto.

Cuando logramos salir a descampado a un patio detrás de mi casa, pudimos observar que el cielo estaba rojo y la atmósfera cargada; los vecinos comenzaron a juntarse; la mayoría estaban con ropas de dormir y algunos niños lloraban asustados.

Mi padre me dijo en tono serio: "Es un terremoto hijo, Managua debe estar destruida" y era cierto.

Teníamos que ir a ver cómo estaban las abuelas que vivían al otro extremo de la ciudad; con mucha dificultad avanzamos en el pequeño Toyota Corona de mi padre por calles llenas de oscuridades, dolores y llantos.

Por primera vez miraba como en una película lenta y en blanco y negro; como la gente deambulaba sin rumbo por las calles; otras desesperadas rascaban con su manos los escombros buscando a sus familiares enterrados bajo las lozas y bloques de cemento. Pude ver como en unos carretones de madera trasladaban muertos y heridos y todo el mundo imploraba; "llevenos al hospital" y nosotros no podíamos hacer nada.

No había un solo guardia nacional en la calles (En Nicaragua de esa época no había policías) quien sabe donde se habían metido.

Los vecinos comenzaron a organizarse para proveer de agua y frazada a los desamparados; se organizaron cuadrillas de búsqueda de heridos y muertos.

Los ladrones aprovecharon la madrugada para asaltar las tiendas y robar lo que encontraban; al principio no sabía, miré un hombre sucio y sin camisa cargando un televisor por las calles y mi padre me dijo: Ahí va un ladrón. ¿Y como lo sabes? le pregunté, por que nadie en estas situaciones se preocupa salvar un televisor.

Eso solo era el comienzo de la ratería que se desató en los días posteriores; mientras los ladronzuelos de los barrrios hacían su "diciembre" Somoza y sus secuaces se robaban la ayuda humanitaria de los danmificados del terremoto de Managua.

Nicaragua no solo había perdido miles de sus hijos; también perdió su capital, la novia del Xolotlán y ningún gobierno le ha podido devolver su centro ni su belleza.


Homero.

5 comentarios:

eduardo ávila dijo...

Hola Homero,

Me gustaría traducir al ingles un gran parte de este post para re-publicación en Global Voices Online. Creo que merece ser leido por mas personas en mas idiomas, pero primero quería pedir tu permiso...

Pondremos un link al post original...

Espero tu respuesta..

Gracias y saludos,

Eduardo
editor, América Latina en GV
latam [arroba] globalvoicesonline [punto] org

narbona dijo...

Tremenda experiencia, Homero.

Homeronica dijo...

Puede hacerlo Eduardo; dentro de los parámetros que usted mismo dio. Muchas gracias por su ofrecimiento. Saludos. H.

Homeronica dijo...

Así es Narbona. Un placer verte por aquí amigo. H.

Rebecca dijo...

Hola Homero. Gracias por este post, muy interesante y conmovedor. Estoy investigando el tema del terremoto del 72 y busco novelas, películas, y/o proyectos de arte visual que trabajen el tema. Agradezco cualquier recomendación! Rebecca