sábado, 28 de noviembre de 2015

Y VOLVEMOS A LAS PROMOCIONES.

El día de ayer me llevé tremendo disgusto como una de mis hijas; contesto su llamada en medio de una sesión de trabajo, porque pienso en una urgencia inesperada. Cuando le pregunto si pasaba algo me dice que algo urgente como es la graduación de mi nieto y que necesitaba "equis" cantidad de dólares (sí, "lapas verdes") porque la maestra había decidido hacer la graduación en un hotel capitalino de "5 estrellas". Yo un tanto ingenuo le pregunté que de qué se graduaba mi nieto y me respondió con aplomo: "de segundo nivel de preescolar". Me enojó tanto esa respuesta, que nos peleamos, al final de la discusión: sólo atiné decirle que si pedía hotel de 5 estrellas en una graduación de segundo nivel de preescolar, ¿qué iría a pedir cuando se graduara de bachiller? Ir al Japon o a la luna, supongo. No hay derecho. Tanta superficialidad y manejo de vanidad y soberbia, hace que los niños crezcan como mimados, tontos.


Homero.