Eduardo:
Tu partida ha sido muy duro para mí.
En una ocasión te dije que te miraba como un padre y era verdad, ahora me alegra que te lo dijera y que lo hayas sabido.
Un padre que va mas allá de una simple relación filial; un padre en todo el sentido ético que eso pueda significar.
Me siento orgulloso de vos por que fuiste un militante comunista de los mejores; de los verdaderos que no se quedaron en el discurso panfletario y que tuvo como paradigma fundamental la verdadera praxis revolucionaria.
Pinochet ni nadie pudo doblegar tu palabra.
Siempre fuiste un espada filosa y acerada para combatir la corrupción de donde viniera, sin etiquetas que la ocultaran en una fraseología perversa.
Fuiste mentor literario de muchas generaciones de jóvenes; ellos son tus hijos al igual que yo.
Muchas gracias por ser como fuiste: simplemente un amigo militante.
Hasta la victoria siempre compañero.
Homero.
Para los amigos que no conocieron a este gran maestro literario chileno les dejo el enlace a su blog:
http://www.lacoctelera.com/laguerra33