lunes, 24 de marzo de 2008

MIS ARBOLES AMIGOS

Cuando el Huracan "Felix" nos azotó arrancó de cuajo nuestros árboles y destruyó nuestras plantas.

La tierra madre quedó herida y llorando la pérdida de sus hijos; tuvimos que beber aguas carbonatadas para aplacar la sed y recordar el buen sabor del jugo de una fruta fresca o de una limonada.

Murió mi árbol de mango




Mi árbol de marañon murió en el regazo de mi árbol de limón.


El guabayo quedó herido de muerte


Mi árbol de limón perdió todos sus frutos y una buena parte de sus ramas; creí que moriria y me dolió por que siempre había sido un árbol generoso conmigo, con mi familia y con mis vecinos.




Después de varios meses de guardar silencio; hoy me ha hablado con sus hojas y me ha ofrecido al sol su primer limón; fresco y jugoso. Nació con la cuaresma. Agradecido tal vez por el abono orgánico y el cuido que le hemos procurado. El sabe que lo necesitamos.

El forma parte de la familia.

Ellos son mis árboles.

Homero.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Ufff qué bonito... imagino lo que ha de ser que llegue cualquier inclemencia atmosférica y acabe con lo que uno tanto ha cuidado con esmero durante tiempo...
Yo creo que me cogería un telele.
Porque además todo lo de las plantas y animales me da pena, tengo la casa llena de ambos.
En fín, felicidades por ese precioso y seguro que jugoso primer limón... qué le sigan muchos más...
Besos

Anónimo dijo...

¿Lo ves? Tus árboles también te quieren a ti.
Un fuerte abrazo.

Tesa Medina dijo...

Qué bueno, que al menos tu limonero haya vencido las dificultades y dado su primer fruto.

Homero, tómalo como una señal de que todavía hay esperanza para que las cosas vayan mejor.

Cuando te desanimes, recuerda ese jugoso limón y sonríe. No está todo perdido, aunque a veces lo parezca.

Ya pasee por las playas de tu tierra y envidié un poco el chapoteo de los bañista. No tuve vacaciones de semana santa, nevó en las montañas que me rodean mientras trabajaba en mi ordenador para acabar un encargo al calor de la calefacción.

Besos, Homero.

Homeronica dijo...

calma: espero que mis limones y mis árboles vuelvan a florecer y dar frutos. Un beso. H.

Homeronica dijo...

Dino: Sí amigo. Creo que me quieren. Un abrazo. H.

Homeronica dijo...

Tesa: creo que es buena señal. Gracias amiga y cuídate de ese frío. Un beso. H.

Kosmonauta del azulejo dijo...

La madre tierra lloró...
esas palabras sólo pueden provenir de un hijo de la tierra de la cuarta humanidad de los chamanes.
A pesar del desastre, en las fotos SE HUELE esa naturaleza virgen, y dan ganas de estar allá.

Un abrazo, Homerónica, y ya te enlazo (ha sido toda una agradable sorpresa!)

González Luis dijo...

Identificarse con tu naturaleza cercana es tan propio, como el cariño que puedes sentir con una mascota (perro, gato..)y maxime si te brinda frutos y ellos te alimentan. Una sola planta que te brinde su verdor, su flor y su aroma, la belleza y la armonía a tu lado ya son para agradecer.

Con más razón entiendo tu sentimiento hacia tus amigos los árboles. Pero aún tiempo, cultiva otros, ya vendrán los frutos!

@RusKiiis dijo...

Felicidades por tu blog, siento pena por los arboles que sufrieron la adversidad del clima, pero elos te quieren tanto como tu les quieres a ellos, no dudes que el amor de tu corazón, también es un fruto que se ofrece, tal i como un limonero ofrece un limón. Sonrie i animate, que todo siga su curso.

No olvides sonreir a los pequeños milagros i olvidate de la pena, la adversidad, ella solo és un accidente i al mismo tiempo una oportunidad...

Saludos y felicidad.