sábado, 16 de febrero de 2008

SILENCIO SOLO EL RUMOR...

Conocí a este poeta granadino (Granada, Nicaragua) en Managua; cuando yo tenía unos 14 años y comenzaba a escribir "mis primeros poemitas de amor" como el mismo me dijo.

Recién había publicado un poemario bajo el nombre "Silencio, sólo el rumor" el poeta había desgranado uno a uno los silencios; un poema por cada silencio "para que nadie nunca mas tenga que decir nada sobre el silencio..." me había dicho en esa ocasión el poeta con una mezcla de orgullo, jactancia y soberbia al mejor estilo granadino.

Pasando por alto ese comentario intrascendente; comparto con ustedes el poema 1 "Primer Silencio" de redacción exquisita, que nos da una perpectiva diferente del silencio.

Creo que la poesía de Nicolas Navas ha influenciado de alguna manera la mía; aunque, aún antes de conocerlo ya me apasionaba el tema.

Homero.



PRIMER SILENCIO

Sobre la yerba verde y muelle el sisitote triste
llama a la sisitota, y su lamento, a través del viento,
es el lamento medular del mundo;
es el llanto del mar sobre las rocas,
la inválida anidación de la espuma en las arenas.


En la viudez de la tarde
siento la soledad del macho abandonado;
el silencio primario traspasando la hora,
el río tributario sangrando por sus poros
en todas las llanuras.

II

Porque ha llegado la hora de anunciarse,
de tener otros ojos y otros labios,
otro latido.

Porque has llegado a mí y has fenecido en mí,
y callada, tristemente callada aceptaste la hora,
la cita, el advenimiento del amor
tan puro;
y esperaste ese amor, día a día, noche a noche,
hasta que el sueño venció tus ojos
y sólo quedaron nuestros labios como una pregunta,
ajenos.

III

Otra vez vuelve la vida.

Otra vez este tenaz empeño empujando mis carnes
abiertas y dolientes.

Cuánta verdad podría decirte.

Mentiría con pasión desmedida, con lujo de detalles mentiría.

Pero esta noche en el parque juegan los niños y las niñas
y los padres y la madres de los niños vigilantes
esperan, esperan una mentira dulce.

Ya no podría decir qué es el amor;
consultaré cada estrella por separado,
preguntaré con voz tonante, orgullosa, humilde.

Preguntaré en el alba al transeunte, borracho de misterio,
preguntaré al mar, al marinero y sus arenas,
escollos ultramarinos, cocoteros isleños, peces;
preguntaré al herrero forjador de naciones,
preguntaré al amor por el amor, de nuevo.

IV

Señalemos de una vez el momento.

No tengo prisa en penetrar el corazón del silencio.

No tengo prisa por conocerte, por conocerme.

Penetremos con cuidado la duda,
soy también una parte de esa duda,
lucho contra mis pies inconmensurables que me arrastran
hacia la noche extraña;
lucho contra la carne débil y maravillosa.

Mis articulaciones se resisten, se rebelan airadamente
mientras las estaciones se suceden.

V

Creí combatir la idea.

Una tumba vacía encontré en mi cerebro.

Pero consciente de no encontrar las esperanzas
recogí las palabras que otros dejaron olvidadas en mi nombre,
y escudriñé cada palabra, la interrogué como un verdugo,
afanosamente, hasta encontrarme.

Nicolás Navas.
(1937 - )
Poeta de la generación del 60.

2 comentarios:

Menina do Rio dijo...

Entre silêncios e lamentos eu ouço a voz do poeta...

Um besito

Homeronica dijo...

Un besito también para ti Menina. H.