domingo, 18 de mayo de 2008

QUIERO UNA MUJER DE MANOS CALLOSAS


Contaba mi profesora de Estudios Primarios, que un ex-alumno de ella le contó a su vez, allá por los años 50; que se había llevado una gran decepción con su primer matrimonio; su padre, un buen mozo provinciano, le había dado consejo de cómo conseguir una buena mujer, hacendosa y trabajadora.

Una mujer de hogar, en todo el sentido de la palabra. Nomás tenía que fijarse si tenía las manos callosas; prueba "inequívoca" que era laboriosa en todos los oficios caseros a saber: lavar y planchar ropa, cocinar, botar la basura, cuidar a los niños, limpiar la casa entre otras cosas.

Para esto, debía de concertar cita previa y con disimulo observar la callosidad o no de sus manos. Para esta prueba de fuego; estaban totalmente descartadas las mujeres de mano suave y bien pintadas; esa era "prueba inequivoca" de que era muñeca de sala, que era haragana y en el peor de los casos hasta "vaga".

Pues bien después de entrevistarse con al menos una veintena de buenas vecinas, candidatas para optar a tal distinción; ser la esposa del renombrado médico. Se encontró al fin una de poco hablar, de poco trato y parca presentación pero eso sí, con las manos callosas...

Esta es la que me conviene__ pensó para sus adentros el referido médico.

Sin mas rodeos le propuso matrimonio y fijaron fecha de boda para la próxima semana.
Después de la boda y la primera noche de luna de miel. Se levantó bien temprano el referido médico con hambre y buscando desayuno. Observó que su esposa ya se encontraba levantada y sin titubeos pensó:

¡vaya,me he sacado la lotería! Seguro mi mujer está preparando nuestro primer desayuno de casados: Cafecito negro bien caliente, tostadas de pan, huevos y jamón al gusto, zumo de naranja, gallo pinto bien frito... ¡UMMM!

Se levantó rápido de la cama y se dirigió entusiasmado a la cocina; cuando entra, encuentra a su esposa sentada en la mesa apoyando su cabeza entre sus dos manos y le dice:

¿Amor tengo hambre ya preparaste el desayuno?

¿Preparar desayuno yo? Le contesta la esposa.

Yo también tengo hambre y te estoy esperando para ver donde vamos a ir a comer; además yo no sé cocinar y no me gusta para nada los oficios de la casa. Para eso me casé contigo para que me mantuvieras como una reina.

(Fin de la Historia)


Homero.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta historia presenta el matrimonio como si fuera una inversión.

Saludos.

Maya dijo...

Como dice el refrán: "No todo lo que brilla es oro". Bueno, eran otros tiempos, ahora las mujeres no necesitamos tener las manos callosas para demostrar ser buenas compañeras.

Un fuerte abrazo Homero.

Maya

Ana dijo...

Seguramente ella se había hecho la suya, encontrar ese marido que la librara de su mal.
Les queda confrontar sus deseos y con pragmatismo afrontar la realidad.
Besos, amigo mío ;)

Lara dijo...

Dice un refrán: uno por otro, la casa sin barrer, pues eso ;)
Muuuuuuacks!

Anónimo dijo...

Me pido ser reina en mi próxima vida ¿dónde venden callos para las manos? ;P

Beso.

MARIAISABEL dijo...

Bueno ... la verdad que, más allá de lo ya dicho ... lo que a mi me ha llamado la atención es que ¡claro que eran otros tiempos! pero ... lo de la "mujer con manos callosas" era un asunto del padre ... ¿dónde está el deseo, criterio, u opinión, de nuestro flamante médico?.

Anónimo dijo...

Q historia tan espectacular. me rei de lo lindo..
bien lo tiene merecido los hombres quieren es una empleada domestica.. ja, ja, ja,
fuera de eso, no todo lo q brilla es oro.

hoy día un hombre necesita es una buena mujer, q lo acompañe, q lo haga crecer,, para oficios se paga una empleada.
Cúantos hombres están casados con excelentes amas de casas pero no son felices?
Cómo dice un amigo, yo puedo pagar por quien me lave, planche, cocine,
pero pagar para quien me entienda, y tengamos buen sexo.. eso si no lo concibo..

entonces adoro mis manos libres de callo, pues soy haragana.. pero con cualidades q realmente le deben interesar a un hombre...
Pasé un muy buen rato leyendote hoy, no sabes cuánto..
Gracias.. Besos

இலை Bohemia இலை dijo...

se lo tenía merecido ese hombre...¿qué quería una esposa o una criada? En fin...probó de su propia medicina...

Muy ameno el texto...

BSS

Anónimo dijo...

La mujer debe ser una compañera. No tiene importancia si sabe hacer o no la casa. Eso es algo que entre los dos se repartirán la labores.

Un beso muy grande.

Homeronica dijo...

Así es neurotransmisores; el tipo andaba buscando una buena esposa esclava y ella; alguien que la mantuviera. Bonita pareja ¿no? Un abrazo. H.

Homeronica dijo...

Maya: eran otros tiempos. Mis abuelos y mis padres se criaron de esa manera. Como bien dices, ahora las mujeres no necesitan tener las manos callosas. Un abrazo amiga. H.

Homeronica dijo...

Anna: Creo que los dos tenían expectativas diferentes. El médico se embarcó por buscar "atributos de una buena mujer" en sus manos callosas. Un beso amiga. H.

Homeronica dijo...

Lara: Sí, es una forma de ver las cosas... Un beso. H.

Homeronica dijo...

Mela: supongo que habrán lugares donde te los implanten...ja...ja...ja... Un beso. H.

Homeronica dijo...

Anabel: una cosa que has mencionado y es cierto. Estamos hablando de los años 50. Así eran las cosas en todo el mundo. Este médico no tenía ninguna experiencia con mujeres y supongo, siguió los patrones culturales enseñados por sus padres e incluso sus maestros. Y por supuesto, se equivocó. Al final no se qué pasó, pero hay mas de algún camino a tomar en esa situación. Gracias por tus comentarios. Un saludo. H.

Homeronica dijo...

Ktheryn: también has tocado un buen punto. Siendo médico pudo haber pagado una buena empleada para que hiciera todos los quehaceres de la casa y casarse con una "Madonna", muñeca de sala. Creo que a una mujer no se le debe valorar por eso (lo de las manos callosas), incluso, hay mujeres de manos callosas que son grandes trabajadoras en su hogar y en su oficina. No tiene nada que ver; no hay matrimonio de uno. Son dos personas que deciden unir sus vidas bajo un proyecto común, deben concertar. Un beso amiga. H.

Homeronica dijo...

Bohemia: como bien dices, tuvo su merecido, pero la mujer también dice quitá... Me alegra verte por aquí. Un beso. H.

Homeronica dijo...

Sak: muy equilibrada tu opinión. Debe haber un consenso entre ambos. Un beso amiga. H.

Sandra Figueroa dijo...

Hola, prefiero no tener callos, te imaginas las caricias? Uy no. Saludos y besos.