martes, 20 de mayo de 2008

DE NIÑA A ESCLAVA


Ella tenía 14 años. Iba a la escuela, jugaba con sus amigos, hacía los oficios de la casa. No había nada extraordinario en ello. Era una jovencita normal como cualquier otra.

Hasta que un día su vida cambió radicalmente; el marido de su tía la agarró sola en casa y la violó. La acosaba desde los 8 años hasta que consumió sus oscuras pretensiones.

Puso la queja a su tía, y en vez de apoyarla, encubrió al marido ayudándole a que escapara de la justicia y la echó de la casa por malagradecida.

Se encontró un "amigo" quien le ofreció una "solución"; irse a trabajar a El Salvador o
a Guatemala en lugares donde iba a trabajar de mesera, le iban a comprar ropa, darle de comer y vivir; y sobre todo, ganar buen salario.

La sacaron ilegalmente de Nicaragua; sin documentos de identidad. La guía, una mujer de amplia experiencia, se arreglaba felizmente con las autoridades migratorias y de policía. Todos se hacían de la vista gorda.

La llevaron a un Bar en San Salvador donde la "vendieron" con si fuera un animal. La
obligaron a consumir todo tipo de droga y a tener relaciones sexuales con los clientes.

Estaba al igual que las otras muchachas del "Bar" a merced de los caprichos del dueño; quien las abusaba sexualmente cuando quería recordándoles en tono imperativo que todas ellas eran de su "propiedad".

Un día, un nicaragüense que frecuentaba el referido bar, le prometió "ayudarle" para
escapar del lugar; a cambio de favores sexuales. Le ayudó a escapar del lupanar, la llevó a otro lugar donde la mantuvo encerrada en un cuarto sin poder salir, según el para ayudarla; hasta que un día de tanto rogarle la llevó a la frontera con Nicaragua para recobrar su libertad.

Joven aún, guarda en su cuerpo las secuelas de los maltratos y violaciones. Tiene en uno de sus brazos un tatuaje parecido a los que le ponen a los animales. Es la marca de que tiene dueño, de que le pertenece a alguien, como si de esclava se tratase.

Ella tiene en su mirada la inocencia que le robaron; las miles de preguntas sin respuesta. La lenidad de los gobiernos de no querer enfrentar este mal que carcome
nuestra sociedad. La trata de personas.


Homero.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que pena que en el siglo en el que estamos y con la libertad que en teória tenemos y la democracia y justicia que en teória también possemos, pasen estas cosas, que les roben a los niños la inocencia y la vida...
No hay derecho!!
Un besote Homero

Anónimo dijo...

Esa es la descomposición de nuestra sociedad "actual y civilizada". Lo peor es q mucha gente se hace de la vista gorda..
y muchas veces como en tu relato las jovenes y niñas huyen del infierno de la violencia y abuso intrafamiliar para encontrarse con la barbarie del hombre y la civilización..
Hoy más q nunca cobra vigencia la frase de Hobbes "El hombre es un lobo para el hombre"
Besos

Anónimo dijo...

Si no hubiera clientes no habría exploradores.

Saludos.

Homeronica dijo...

Trébol: Esas son las imperfecciones del sistema democrático que tenemos, desgraciadamente. Nos carcome y mata. Un beso amiga. H.

Homeronica dijo...

Ktheryn: esta descomposición social está vinculada a las esferas del poder; no te quepa ninguna duda. Un beso amiga. Gracias por comentar. H.

Homeronica dijo...

neurotransmisores: Cierto, pero tampoco se desarrollarían en la mas vil impunidad si las autoridades gubernamentales no lo permitiera. Un abrazo. H.

Maya dijo...

Tengo el corazón partido en cuatro, a navajasos. Es que mi querido Homero, hasta cuando? Digo yo. Hasta Cuando? Las autoridades se harán de la vista gorda sobre este tema que es un recurrente en nuestras sociedades. En Perú el tráfico de menores es fuertísimo, se da en Iquitos, espcialmente, en la selva. Todos se hacen los que no saben nada, pero la cantidad de niñas que desaparecen es impresionante. Muchos colegas periodistas han hecho las denuncias, pero todos, absolutamente todos se hace de la vista gorda. Que están esperando, que le suceda a una de sus hijas, sobrinas, o nietas. Claro, como no les sucede a su sangre, que vaya y pase. Pero la vida escribe en reglones torcidos y pronto le tocará a uno de esos "jefes" corruptos y ahí quiero ver como el fuego se enciende de manera brutal.

Un fuerte abrazo y rezo para que esta situación algún día termine en nuestros países.

Cuidate mucho.

Maya

Anónimo dijo...

Es de absoluta verguenza. Da terror pensar cuántas mujeres estarán, en este mismo momento, siendo tratadas como escalvas. Cuánto miedo y cuánto dolor.

Beso.