jueves, 24 de abril de 2008

EN LA FARMACIA SE COMPRA ALGO MAS QUE FARMACOS


Me encontraba en la farmacia comprando unas pastillas para la presión arterial.

Ya estaban cerrando.

En el pequeño local solamente se encontraba la farmacéutica y una señora de mediana edad algo obesa.

La señora pregunta: ¿Esas pastillas son para presión?

La vuelvo a ver y le digo: Sí señora; efectivamente.

Tomo una botella de agua, la abro y me tomo una de la pastillas compradas. Me está matando la presión alta.

Le doy un billete de cien pesos a la farmacéutica y le digo: Páguese por favor.

El tiempo me está apremiando y tengo que ir a dar clases a la universidad.

Son las 6:30 de la tarde.

La señora de mediana edad algo obesa comenta: ¿Qué barbaridad esto de la presión arterial está afectando a mucha gente; fíjese que a mí me dio... ya no la escuchaba; solo quería mi cambio e irme.

Nuevamente me pregunta la señora y dice: ¿Y por qué será que nos afecta la presión arterial?

Y sin vacilar le contesto: "por que estamos obesos señora por eso..."

La señora enrosca los ojos y me dice molesta: ¡yo no estoy gorda, usted me ha ofendido!

La farmacéutica no puede disimular una sonrisa bandida.

Yo la vuelvo a ver sin ninguna gana de pelear y le digo: Señora yo no la he ofendido, usted preguntó mi opinión y yo se la di.

Salió rápido del local la señora de mediana edad algo obesa y con disimulo se puso a conversar con otras personas en la calle.

Vuelvo a ver a la farmacéutica y le digo: Ella preguntó y yo le contesté.

La farmacéutica asintió con la cabeza y se pone a reír.

Le doy la gracias tomo mi mochila y le digo antes de abandonar la farmacia:

"No estamos obesos pues..."

Y se puso a reír nuevamente.

Pienso en realidad que en la farmacia se compra algo más que fármacos...


Homero.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno el relato. En todas las farmacias españolas, aparte de medicamentos, hay una báscula. Hubiese bastado mandar subir a la señora a la báscula para aclarar las cosas. Aunque tal vez la báscula hubiese protestado, gritando: ¡que se suban de uno en uno!.
Vale, un abrazo.
Octavio.

Anónimo dijo...

¡Es que! ... Querido Homero, ¿a quién se le ocurre decir la verdad sin anestesia (como decía Manolito el de Mafalda)? La señora te preguntó por un milagro, no por una verdad. Aunque tal y como vamos, lo que es un milagro es la verdad.
Un fuerte abrazo y procura no volver a decir verdades molestas, ¡hombre!

Gatadeangora dijo...

¿Pero en realidad estamos obesos o no Homero?...jajajajaja.
Besos

González Luis dijo...

En las farmacias y en todo lugar con atención al "cliente". Cada uno tiene su demanda y su oferta, sus servicios y usuarios. Pero no solo por el producto, sino la experiencia y aprendizaje que deja el convivir diario de la sociedad.

Elementos humanos, sociología, Vida!

Anónimo dijo...

Una buena anécdota.

Muchos besos.

Anónimo dijo...

Aparte de comprar medicinas se suele hablar de enfermedades.

Saludos.

Homeronica dijo...

corazón coraza: gracias por pasar amiga. Un beso. H.

Homeronica dijo...

Muy buen comentario Octavio. Un abrazo. H.

Homeronica dijo...

Dino: Ella preguntó amigo. Tal vez quería que le dijera que a las hermosas como ella no le daba hipertensión arterial. Un abrazo. H.

Homeronica dijo...

gatadeangora: para nada amiga, para nada...ja...ja...ja... Un beso. H.

Homeronica dijo...

Así es capricornio. Así es. También nos encontramos con situaciones como estas. Un abrazo. H.

Homeronica dijo...

Sak: gracias amiga. Un beso. H.

Homeronica dijo...

Neuro: y otras cosas amigo... Saludos. H.