
Tirada en el sofá del amplio vestíbulo; aburrida ajaba sus mejores vestidos.
No pudiendo salir sola sin su hombre, no necesitó salir de casa para encontrar a otro, que plácido alimentara corazones y carnes.
Llegó un día a casa el marido y no encontró comida ni mujer ni arreglo.
Encerrada en su hogar. Cansada.
Se había ido la hermosa mujer martillada por los celos del hombre rico de canoso pelo.
Homero.
9 comentarios:
Así son algunas situaciones querido amigo. A veces llegamos tarde para quien nos espera...
Un beso
MJ
Los celos nunca pueden ser buenos, nunca.
Muuuuacks!
Pues viejo, canoso y dineroso no es buena combinación. Al menos para mí, no.
Besitos.
En la letra de una canción de Franco de Vita escuche una frase que me encantó: "Tal vez se me olvidó que te amaba... tal vez no estuve cuando me necesitabas"...
la rutina es terrible para el amor...
Aquí estoy homero visitando tu casa virtual.
Un abrazo.
Ma José: O lo que es peor, pensabamos que te esperaba y no era cierto. Un beso. H.
Lara: Normalmente no lo son. Un beso. H.
Me has hecho reír Fata. Un beso amiga. H.
Mariluz: En este caso no creo que el esposo la amara; simplemente quería tener a una muñeca de sala en una jaula de oro. Gracias por visitarme. Haré lo mismo. Un abrazo. H.
De estas historias en mi país, muchas mi querido Homero.
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