martes, 8 de septiembre de 2015

LA CARRERA MARATONICA DE LA TECNOLOGIA DE CONSUMO.

Si algo saben hacer las grandes compañías transnacionales es explotar a más no poder una de las debilidades más antiguas de la sociedad basada en la propiedad privada: poseer bienes materiales. 

En esta ocasión no me estoy refiriendo a la legítima aspiración de alcanzar tus sueños: tener una casa, tener un vehículo, una buena refrigeradora, un buen televisor, incluso un perro ¿Por qué no? Me estoy refiriendo a teléfonos celulares, a tablet, a relojes tecnológicos, a máquinas de juego. Y es que el "estar conectado" es una necesidad que se ha ampliado y distorsionado más allá de la cordura y la sensatez.

Todas las compañías fabricantes de celulares, en una alianza perversa con las compañías telefónicas nacionales (o internacionales), te ofrecen "planes", para estar siempre conectado: Facebook, twitter, whatsaap, etc. La mejor "pantalla" la mejor "cámara" para tomarte millones de "selfies". Otros te ofrecen una maravillosa experiencia para bajar tus aplicaciones preferidas de juegos, chistes, humor, revistas, música, videos. Y yo me pregunto una y otra vez ¿y a qué hora vamos a trabajar para comer?

Lo que me ha motivado a escribir este post, me lo dio una chica joven de 18 años que trabaja como empleada doméstica en el vecindario. Su salario no supera el mínimo, unos 150 dólares al mes. Pues muy seria ha llegado hasta mi oficina y me ha pedido que le ayudara a cotizar un celular, pero que sea de los "bonitos", de esos que tienen cámara con flash, que se puede ver videos , escuchar música y que se conectan a internet. 

Durante la breve conversación que sostuvimos, me percaté que su conocimiento sobre tecnología es poca; no sabía decirme, cuanto dinero se pensaba gastar en ese celular "bonito". Le expliqué que hay teléfonos de gama baja, media y alta y que de acuerdo a lo que me había dicho le podía sugerir uno de gama baja con un desempeño decente; lo básico. Cuando me preguntó el precio, le dije que podría costar unos 100 o 150 dólares, pues me dijo que eso no quería, que su preferencia era comprar otro más "bonito", o sea, más caro. Y para que no tuviera dudas, me enfatizó con suficiente fuerza que si debía trabajar todo un año para comprarlo pues lo iba a hacer.

Como verán, no había nada más que conversar, la chica tenía metido entre ceja y ceja, comprarse el celular más "bonito". Muy atrás, habían quedado sus otras necesidades primarias.

¡Qué mierda de capitalismo! pensé. No fue la guerra contra la dictadura la que nos mató, sino el consumismo. 

Homero.






8 comentarios:

Luisa García dijo...

Es que la publicidad es perversa, crea la "necesidad" en los individuos, ya sea de tecnología, juguetes, ropa, etc. Te has dado cuenta que los días del niño, de la madre, del padre, del amigo, del abuelo, no se celebran como antaño, (recuerdo que en clases de artes manuales nos dedicábamos a hacer el regalo para estos festejos), hoy es el comercio el que manda, de hecho en el día del niño el nivel de ventas es casi similar al de navidad. Sin ir más lejos, a propósito de teléfonos celulares, en Chile existen más teléfonos que habitantes, el censo indica que somos 17,62 millones de habitantes (2013) y existen 24 millones de celulares activos. El consumismo creado por el marketing y la publicidad no hacen más que acrecentar las deudas de cada familia, que por cierto, está dispuesta a contraerlas para mantener esa cosa llamada estatus, al que le otorgamos demasiada importancia. Saludos Homero.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

UN abrazo Homero. Cierto, el consumismo es el que nos ha matado. Cuántas necesidades de artificio. Comer, vestir, rcrearse, tener vivienda básica, pero arrancarse el pellejo trabajando para un celular de alta gama, cuano escasamente se gana para sobrevivir? NO jodás.Carlos

Homeronica dijo...

Vaya Luisa: Supongo en mi país la relación de personas con celulares es similar a la de Chile. Aquí hasta los trabajadores más humildes tienen celulares; las trabajadoras domésticas. Sienten la gran necesidad de "estar conectados". Al igual que vos, recuerdo que los colegios impartían una clase de manualidades y una de las tareas era precisamente confeccionar regalos o adornos para navidad, por ejemplo. Son años que ya no volverán mi amiga. Un abrazo fuerte, me alegra verte por aquí. H.

Homeronica dijo...

Cierto Carlos: La verdad que veo a mucha gente "comer minutos" en vez de comida. Abrazos mi amigo. H.

gabriela dijo...

Hola amigo, ¡menudo tema el que has sacado! No deja de llamar la atención esto de que hasta la gente más pobre tiene celulares con "de todo"...pero lo mismo compran y compran pañales para sus niños, porque a nadie se le ocurriría estar lavándolos! Se alimentan pésimo porque no les alcanza...pero compran tonterías para estar a la par con el vecino...mientras se va juntando basura electrónica, que todo lo contamina...da vergüenza...pero a ellos no les da nada de vergüenza ir caminando por la calle mientras cuentan sus intimidades a todo grito...hablando por teléfono...

Antes usábamos el teléfono sólo en caso de necesidad, para cosas importantes! Y los que no tenían uno en su casa, iban a una cabina cerrada...porque no querían que nadie se entere de qué hablaba...

La gente en general se deja convencer muy fácil por una publicidad, y cree que es imprescindible tener eso que le ofrecen! Ya no hay vuelta atrás, pero ni siquiera un poco de freno hay! ¡Que tontería! Y en todos los países, parece que es lo mismo!

Un abrazo para ti, amigo. Que estés bien.

Desde mi Atalaya dijo...

Hola Homero!!, que tema tan delicado y real el que estas tratando, el marketing te crea la necesidad y te mete entre ceja y ceja que seras "mas feliz" si tienes esto o aquello, lo que pasa es que muchas cosas se trastocan y se piensa que son las cosas las que nos hacen felices y cuando avanza el tiempo y la edad, nos damos cuenta que no eran las cosas, sino los afectos lo que nos hace felices..pero solo con el tiempo.
Si suma a esto la mala cabeza, la poca instruccion, y el aparentar ante los demas, el consumismo encuentra una gran cabida en este mundo.

Un abrazo !!

Homeronica dijo...

Gaby: la sensación de felicidad te la da el consumismo por un "rato" y después te lo quita. Vivimos la superficialidad de la vida "a un toque de pantalla". Abrazos mi amiga. H.

Homeronica dijo...

Soraya: Qué bien lo has dicho mi amiga. Lo triste de esto es que cuando ya llegan a tener edad, se han quedado sin dinero, para el retiro. Abrazos para ti. H.