domingo, 21 de marzo de 2010

ECHADO Y RESIGNADO

Me tenía nervioso. Se movía sigiloso de un lado para otro, retorciendo sus ojos y enseñando sus dientes. Volvió a ver hacia la calle y quiso agredir a un par de personas que caminaban plácidamente. ¿Se había levantado con malas pulgas? Duque, mi perro por fin se echó posando su quijada en el suelo; resignado a ver una foto del "candidato del pueblo" en las pasadas elecciones, que yacía aun colgada de un poste de la calle.

Homero.

2 comentarios:

Sandra Figueroa dijo...

Mejor asi, echado y resignado, a tus pies postrado pero amado. Un placer leerte Homero. Besos, cuidate.

Blanka dijo...

¡¡¡Hola Homero!!!
Hay días en los que no levantamos de malas y al final nos damos cuenta que estamos mejor quietos sobre todo si no podemos solucionar nuestras inquietudes.
Un beso