LOS TRES BORRACHOS SUICIDAS
Estaban los tres
en la mesa contigua
al orinal nauseabundo
de la Cantina "El Chilamate".
Una mesera limpiaba con un trapo sucio y maloliente
restos de comida
que quedaban acumuladas durante días
en los recodos de la barra.
Las botellas arremolinadas
en el piso
eran pateadas de vez en cuando
por los lugareños que entraban a beberse un trago
antes de irse a casa a contar gallinas.
Era verano;
el sol enjucaba
los sudores y los tornaba plateados.
No había mucha gente en la calles
uno que otro perro
urgando en los botes de basura
provocaban pleitos entre ellos
disputándose las sobras.
Impasible los miraba el cantinero
refunfuñar y quejarse de sus vidas.
Perra vida de mierda; si no hay peor
caso que la de un trago que se calienta en la cima
de la barriga ajena y no podes beberlo ni pagarlo.
Todos los presentes volvieron a ver de reojo
y siguieron conversando.
Hasta que uno de ellos dijo: suicidemonos.
Máximo y Juan
volvieron a ver a Manuel
y se sonrieron:
Vos crees que es fácil Manuel.
No tenés güevo ni para enfrentar tu mujer
y ahora te vas a suicidar.
Manuel insistió de nuevo.
Sí amigos; los reto
Suicidemonos en la forma mas conveniente para cada
uno de nosotros.
Máximo y Juan
asintieron moviendo la cabeza
enrollando las cejas para ver mejor.
Y le dijo uno al otro en susurrro
"Ya está bolo Manuel"
II
Tenemos que tener reglas
Cada uno debe escoger la forma en que quiere morir
Máximo y Juan se engullaban un pedazo de pollo
que habían pedido como boca
Mientras Manuel seguía llamándolos cobarde.
Yo escojo el lazo grueso que rompe el cuello sin doler.
Yo escojo un tiro en la cabeza dijo Máximo; mientras le guiñaba un ojo a Juan.
Yo escojo cianuro como buen minero que soy__ dijo Juan.
III
En eso se levantó de la mesa contigua
Gedeón; un hombre corpulento de seis pies
con unas grandes tenazas como manos
y les preguntó:
¿Se van a suicidar sí o no?
Los tres se volvieron a ver temerosos
de que el grandulón les soltara un golpe
y sin dejarlos que respondieran
les dijo:
Ahora tienen que cumplir.
Los agarró de la camisa y a empeñones los sacó
de la cantina;
para ese momento
todos los parroquianos que habían estado escuchando
atentamente la plática de los tres suicidas amigos
comenzaron a murmurar.
¡Un silla!__ gritó Gedeón
Sentate allí__ Vos vas a ser el primero__ le ordenó a Máximo.
Sacó una magnum 45 que tenía oculta en la parte trasera del pantalón;
le quitó el seguro; la montó "bala en boca y se la dió a Máximo: ¡matate!
A Máximo se le había espantado la borrachera;
tembloro tomó la pistola y se la puso en la sien
y rezó: Ay Diosmillito perdóname mis pecados...
cerró los ojos y jaló el gatillo: clic
Todo el mundo estaba a la expectativa.
Abrió los ojos y dejó caer la pistola al suelo; se supone que estaría muerto,
pero no; la pistola no había percutado la bala.
Gedeón lo volvió a ver con ojos de gato pardo y no le dijo nada; recogió la pistola y se la dió a Juan; seguís vos: ¡Matate!
Juan tomó la pistola entre sus manos y temblando de miedo dijo: yo no... y la dejó caer al suelo.
Gedeón lo volvió a ver enfurecido y no le dijo nada; recogió la pistola y se la dió a Manuel; seguís vos: ¡Matate!
Manuel temblaba aterrorizado; tomó la pistola en sus manos y justo cuando se la iba a poner en la cabeza
Se oyó un grito de mujer desde el otro lado de la esquina
¡Manuel! Dejá de estar jugando como chavalito y venite para tu casa.
Manuel los volvió a ver a todos y les dijo: me llama mi mujer.
Y todos estallaron en carcajadas.
Gedeón recogió la pistola del suelo y masculló entre dientes: cobardes.
Los tres amigos suicidas jamás volvieron hablar del tema.
(Fin de la Historia)
Homero.
15 comentarios:
Si es que la bebida desata las lenguas y hace parecer cobarde a los valientes y valientes a los cobardes. Consigue que los hombres se vuelvan bebés o que parezcan ancianos cuando son críos. En fin, que me ha gustado tu poema porque me he divertido, pero que, el abuso de bebida es un asco.
Quizá como todos los abusos.
PD:Creo que Manuel se debería de suicidar antes que por la bebida, por la mujer que le tocó en suerte :):):) es broma
Un abrazo
El alcohol nubla la mente tanto,que personas normales se vuelven monstruos y asesinos...aunque creo que de verdad lo único que hace es liberar su verdadero yo.El malo es mas malo borracho,el tonto es mas tonto borracho...y el infeliz es mas infeliz borracho.
Besos
Me gustó tu poema. El abuso de cualquier droga hace que aveces se digan y hagan tonterias y hace parecer valiente a quien no lo es ademas es asqueroso verlo, y cada vez más.Si se vieran como los vemos los demás quizás lo dejarían. Saludos
anamorgana
Ay, Homero, cómo me gustan tus historias y ese lenguaje de la calle tan rico, tan medido que me resulta muy poético.
Eres un excelente contador, deberías montar un “cuentacuentos” en tu barrio, seguro que los vecinos se quedarían boquiabiertos escuchándote.
Tampoco se te resisten las denuncias, que ahí están para el que las quiera leer y entender.
Me encanta dedicar un ratito a pasearme por acá, me gustaría tener más tiempo para disfrutarlo con calma.
Lo de los suicidas me recordó algo que leí, lástima de mi mala memoria para los nombres.
Un escritor y psiquiatra judío que sobrevivió al holocausto,cuando sus pacientes llegaban a su consulta quejándose de todo y de lo infelices que eran él les decía:
- ¿Por qué no se suicida?
Superada la sorpresa, el paciente siempre acaba por encontrar una razón par seguir viviendo. Y entonces el médico aprovechaba para fijar su terapia.
-Entonces dedique su vida a esa razón y deje de lamentarse.
Un abrazo, Homero.
Hola Homero, te vengo a visitar aquí. Mucho me temo que como siga todo igual nos veremos por aquí.
Un abrazo
Mar-Giverny
Me gusta como describes...
Un beso grande.
A los seres humanos nos gusta fantasear. A veces, si se hace lo suficientemente en alto, esa fantasía, además de entretenernos, manipula los sentimientos de los demás. Como en tu historia.
Pero la realidad, suele ser siempre harina de otro costal, y nada es más real, y más temido, que la propia muerte.
Gedeón fue la bofetada de realidad que les estaba haciendo falta a los tres...
Beso, Homero.
Hola, Homero:
El alcohol, además de nublar las mentes, los reviste a veces de una fanfarronería y pseudofortaleza, como de la que daban muestra los tres amigos. Pero es ficiticio todo. Basta un ramalazo de realidad, pasar por el miedo terrible de ver como realizable aquello de lo que alardeaban, para desdecirse al momento y recuperar el sentido del miedo y del apego por la vida.
Me alegra leerte de nuevo, y gracias por tu visita tiempo atrás a mi espacio, que he tenido muy descuidado hasta ahora. A ver si me animo más.
Un abrazo.
Gea.
Homero: Qué gusto leer escritos como los tuyos. Muchas felicidades. Gracias por el enlace. También te he añadido y estaré disfrutando de la lectura de tu sitio. Saludos!
Hola Homero!!una mezcla de angustia y risa por estos tres cuasi suicidas...
Muy lindo todo lo que escribis
beso!
El nombre del psiquiatra del que habla Tesa es Viktor Frankl, y el libro en el cual cuenta su experiencia en el campo de concentración "El hombre en busca de sentido".“Al Hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa...la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino”.
Él fundó la escuela de psicoterapia vienesa que denominó Logoterapia.
Saludos!
IP
Escabroso muy escabroso......
Ais que se me han puesto los pelos de punta.....
Homero te he dejado un regalito en mi blog....
Besotes
creo que somos muchos los que deambulamos ebrios por la vida, y peor aún sin habernos bebido un solo trago... vivimos siempre hablando de más... pero tarde que temprano nos estrellamos con la realidad cruel y dura como lo fué Gedeón, falta ver como la enfrentamos...
De paso te comento que tu blog me ha parecido interesante.. seguiré pasando..
Pues sí, con la palabra vamos a muchas partes, pero...el caso es cumplirla.
Un beso.
Homero, gracias por tu visita, pasaré con más tiempo a comentarte.
Un fuerte abrazo.
Publicar un comentario