No se cuando ni donde nos veremos. Apenas puedo recordar tu tez fría impregnada en mis dedos. Es posible que mañana me levante con esa sensación de que me falta algo; sonreiré ante el espejo y guardaré el reflejo en mis bolsillos por si acaso lo necesito. Con el tiempo, no importa si se te sale la camisa o se te ensucian los ruedos. No hay prisa por llegar por que sabes que vas a llegar. No se cuando ni donde nos veremos pero nos veremos. Si la luz de tus ojos se apaga, cierras los ojos.
Homero.