Con los años he aprendido a dormir sin el reloj;
he aprendido a dejar descansar las horas, los minutos, los segundos.
Dejar que me lleven de lejos sus agujas y despertar sin él;
como si del tiempo pudiera disponer.
Ya no soy aguja segundera
tampoco soy la minutera
solo doy la hora
hasta que mi reloj se detenga.
Homero.
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5 comentarios:
Tu sabes donde está el tiempo?.. dime.. donde está? que años tengo de buscarlo.. para detenerlo y preguntarle si puede volver atras...
saludos
hannibal
Y es que el tiempo nos esclaviza....y a veces hay que dejarlo ir, correr sin que nos agobie.
Bikiños!!!
Es lo que siempre nos falta y lo que a menudo perdemos,pero a veces nos sobra y otras muchas lo queremos.
Besos
Me encantó todo lo que escribiste , aparatir de ahora , miraré el reloj con otros ojos...
Un beso
Hola, Homero.
Ya ando por aquí de nuevo. Me puse al día y me paré especialmente en el poema de Jorge Debravo. Parece mentira que esté escrito hace tanto tiempo y no haya perdido su vigencia. Me encantó. Con esa sencillez del campesino y esa contundencia y sabiduría.
Me uno a tu deseo para que la Reforma de la Ley de Amparo se cumpla y se evite el desgobierno que afecta mucho a la evolución y estabilidad de un país.
No me gusta llevar reloj y menos dormir con él, pero todavía no he sido capaz de llenar con plenitud ese tiempo que marcan imperturbables sus agujas para que no me importe ver como pasa el tiempo.
Un abrazo, Homero.
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