Y es que con esto de las celebraciones de diciembre y año nuevo uno no puede de dejar de cumplir con sus obligaciones médicas; eso fue precisamente lo que hicieron Don Homero, mi papa y Doña Socorro, mi mama.
Resulta que antes de ir a la clínica del seguro donde se atienden esperanzas y frustraciones decidieron pasar por un hotel de la localidad visitando a un conocido amigo.
Como el carro de la casa estaba en mal estado decidieron tomar un taxi y muy forondos se sentaron en el asiento trasero.
Don Homero con voz altisonante y entusiasmado por la visita que iban a realizar le da la orden al taxero: "LLevenos al Hotel Estrella"
Durante el camino Don Homero y Doña Socorro conversaban animadamente siendo vigilados discretamente por el joven taxero desde el espejo retrovisor de su vehículo.
Unas pocas cuadras antes de llegar al referido hotel, Don Homero le pregunta al taxero, siempre con voz animada por el viaje: ¿Cuanto le debemos joven?
El taxero le contesta: "Son treinta pesos señor"
Doña Socorro en todo jocoso le dice a Don Homero: "Te salgo barata"
El joven taxero no pudiéndose aguantar los vuelve a ver de reojo y mueve hacia un lado su cabeza en gesto disimulado.
Don Homero y Doña Socorro solo se volvieron a ver y comentaron al bajarse del taxi.
¿Qué habrá pensado este muchacho?
Y se pusieron a reír.
Homero.
Resulta que antes de ir a la clínica del seguro donde se atienden esperanzas y frustraciones decidieron pasar por un hotel de la localidad visitando a un conocido amigo.
Como el carro de la casa estaba en mal estado decidieron tomar un taxi y muy forondos se sentaron en el asiento trasero.
Don Homero con voz altisonante y entusiasmado por la visita que iban a realizar le da la orden al taxero: "LLevenos al Hotel Estrella"
Durante el camino Don Homero y Doña Socorro conversaban animadamente siendo vigilados discretamente por el joven taxero desde el espejo retrovisor de su vehículo.
Unas pocas cuadras antes de llegar al referido hotel, Don Homero le pregunta al taxero, siempre con voz animada por el viaje: ¿Cuanto le debemos joven?
El taxero le contesta: "Son treinta pesos señor"
Doña Socorro en todo jocoso le dice a Don Homero: "Te salgo barata"
El joven taxero no pudiéndose aguantar los vuelve a ver de reojo y mueve hacia un lado su cabeza en gesto disimulado.
Don Homero y Doña Socorro solo se volvieron a ver y comentaron al bajarse del taxi.
¿Qué habrá pensado este muchacho?
Y se pusieron a reír.
Homero.
4 comentarios:
Jajaja... es verdad, a saber lo que el hombre pensaría, jajaja...
Muuuuacks!
Vos sabes Lara. La gente siempre con malos pensamientos. Un beso. H.
del dicho al hecho hay mucho trecho...
y entre tato pensamiento flash sin duda el hombre sacó hasta concluciones rotundas jajaja
un saludo desde chile
gracias por dejar tu huella en casa
sé siempre Bienvenido:-)
Muy bueno, cual habra sido la conclusiòn?.
Un abrazo desde MG
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