Madre
¿Estás escuchando?
Oyes voces
que se pierden en la incertidumbre
Madre,
te están invitando
al entierro de mi cuerpo muerto.
Los rostros esparcidos en la noche
una que otra
sonrisa descolorida
y después nada.
Sólo mi cuerpo
Solo
inmóvil y frío.
No hay dolor
más que el tuyo
y de los pocos que me quisieron
Pobre madre y todos ellos...
Tiempos de gloria
se anuncian
por corredores de religiones;
Y no los veo,
nunca los vimos ni en sueños;
hechos siempre pesadilla
en la vida
de los hombres sin hogares
o con hogares sin vida.
Madre
¿me escuchas?
Todavía alcanzo a oír
las voces silenciadas...
¿Supo alguien de tus hijos
que no lograron nacer;
que hicieron fuerza a la vida
y se quedaron en un hálito?
O nacieron
para ser tronchados
por la poliomelitis;
adelgazados hasta los huesos
por las enfermedades endémicas.
María llegó a ser joven
y envejeció joven;
tuvo muchos hijos
de muchos padres,
compañeros de cama
pero no de hogares
DESCANSE EN LA PAZ DEL ORGASMO.
"Concho Pinto"
de pequeño le dijeron
que iba a ser un buen minero;
con su casco,
su lámpara
y sus botas altas
¡Que bonito!
"Típico" el Concho...
Trabajó hasta el cansancio del cansancio,
dejando en las piedras sus manos
y sus pulmones en las galeras.
Su vida y su sangre
se fundieron con el oro;
tenían razón los “machos”
cuando le decían:
TU VIDA VALE ORO... Concho...
¿Y Samuel ?
de padres miskito y criollo
quiso ser sembrador
y nunca pudo sembrar nada;
fue vago y trasnochador,
ladronzuelo de parque.
Vendió patí, “soda cake” y totó;
pescado seco y fresco;
chacalines y tortuga.
Lustrador en ocasiones,
nunca quiso estudiar
y cuando se animó;
no encontró escuela.
La fuerza del hambre
lo empujó al mar;
tuvo escamas por piel
y dinero esfumado en las cantinas.
Hoy yace postrado en una cama,
parapléjico;
fue aplastado
por la comprensión y la descompresión
del capital;
a más de cuarenta pies de profundidad.
En las lagunas
de "Spanish Town"
se escucha el lamento
de sus aguas;
apagadas y quietas.
Son las voces silenciadas
de los obreros de la "BRAGMAN COMPANY"
que murieron
bajo miles de metros cúbicos
de madera en "timber";
estas fueron curadas con su sangre.
Madre
¿Me estás escuchando?
No te oigo
ni me oigo
Solo veo las risas
desgajadas en muecas;
de los hombres sin pobreza.
Madre
¿Me estas escuchando?
Por favor que me entierren con mis pensamientos.
Ahora sí,
que desconecten el hilo
Y se queden ...OFF...
Homero.
7 comentarios:
nunca quiso estudiar
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_Será que não quis mesmo?!... Ou é o sistema que não dá hipóteses às pessoas desfavorecidas.
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Um poema que é uma denúncia das injustiças que se vão cometendo.
Um abraço.
Manuel
Tremendo escrito y muy realista.
Besos
Yo prefiero que me entierren sin mis pensamientos, pero es que soy muy pesado (como buen dinosaurio) y no quiero que me aplasten. Pero te entiendo.
Enorme poema.
Un abrazo.
Estoy tan impresionada por tus palabras, que no se me ocurre más que felicitarte, amigo.
Beso.
Duro poema el que has escrito, te aplaudo por él. Un beso
Homero:
Muy buen poema,
Es la realidad en versos, muy profundos.
Saludos desde España.
Antonio
¡Cuantas miserias!, ¡Cuanta injusticia!, y cuando dolor hay en la vida.
Menos mal que tiene una cara bonita...
Un beso.
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